Archivos mensualesnoviembre 2017

Motivos para acudir al podólogo

“No, a mi no me hace falta ir al podólogo”, ¿tú también eres de los que piensa esto?. Pues presta mucha atención porque no deberíamos tomarnos tan a la ligera los servicios que este profesional puede ofrecernos y que pueden mejorar nuestra salud en general.

El podólogo no sólo cura sino que también previene. Es por ello que no está de más hacer una primera visita al podólogo si no hemos asistido nunca ya que podrá evitarnos futuros problemas y dolencias en los pies, desde uñas encarnadas o juanetes hasta una fascitis plantar.

Si queremos hacer un buen seguimiento desde las etapas más tempranas de una persona, la primera visita al podólogo para un niño debería ser con cuatro o cinco años y repetirla una vez al año. Este seguimiento podrá prevenir posibles problemas típicos en la niñes como pies planos, mala posición de los dedos, papilomas, disminución de la estabilidad

Otra razón por la cual acudir al podólogo es que gracias a él también podrás conocer la salud de tu pisada. Los pies son una parte muy importante de nuestro cuerpo pues aguantan nuestro peso, nos aportan apoyo y equilibrio. Por eso una pisada incorrecta puede derivar en problemas de rodillas, tobillos, cadera o espalda. Fundamental por tanto someternos a un estudio biomecánico de la pisada, algo muy sencillo con lo que ganaremos en salud de cara al futuro.

Ligado a esto podemos afirmar que si practicas algún deporte es esencial que acudas al podólogo. Él nos asesorará como realizar la actividad adecuadamente y analizará nuestra pisada. La práctica de deporte puede ocasionar algunos problemas que debemos prevenir y hacer un seguimiento para evitar que se conviertan en lesiones o problemas más graves.

Tu podólogo también podrá asesorarte en el tipo de calzado a utilizar, algo que suele ser origen de problemas sobre todo en el caso de las mujeres con la utilización de tacones o zapatos demasiado estrechos.

 

Sobran los motivos por tanto para animarnos a visitar a este profesional que contribuirá a que mantengamos una buena salud.

 

 

Elección de las botas de esquí y cuidados para el pie

El frío ha llegado para quedarse y con él aparecen las primeras nevadas para alegría de los muchos aficionados al esquí. La temporada para practicar este deporte comienza y mucha gente corre a comprarse sus botas para esquiar.

Es importante elegirlas correctamente, por la salud de nuestros pies. Lo primero de todo, no debemos restar importancia a los calcetines. Habrá que escoger unos específicos que protejan bien, prestando atención a que no tengan demasiadas costurasque puedan producirnos ampollas con el uso.

Pero lo más importante es la elección de la bota de esquí. Si nos queda demasiado comprimisa nos va a producir muchas molestias como rozaduras, limitará la circulación sanguínea en el pie y aumentará la tensión muscular en la planta del pie y la parte posterior de la pierna. Del mismo modo si la bota no nos sujeta bien el pie nos va a dar problemas porque va a ser inestable y también nos producirá ampollas por el roce.

Para elegir nuestras botas de esquí debemos prestar atención a tres factores a la hora de comprarlas: nuestro nivel de esquí, la talla y la horma del pie. Según nuestro nivel a la hora de practicar este deporte nos corresponderá un grado de rigidez de las botas, que se mide según el índice Flex (cuanto mayor es este índice, más rígidas serán las botas y por lo tanto mayor control y precisión tiene el esquiador). Para principiantes el índice Flex suele ser de 60 o menos, si tenemos un nivel medio escogeremos las botas con índice Flex entre 70 y 90 y ya para esquiadores expertos sería el Flex de 100 o más.

El segundo factor es escoger bien la talla de la bota. No es cierto el rumor de que se debe coger un número más del que calzamos habitualmente ya que la talla de las botas de esquí va en función de la longitud en centímetros de nuestro pie.

En cuanto a la horma, debemos escogerla en función de la forma de nuestro pie. Hay que tener en cuenta que una horma muy estrecha puede producirnos una compresión en los dedos ocasionando adormecimiento de los mismos, dolor en la planta o los juanetes.

Respecto a los cuidados de nuestros pies es importante mantenerlos hidratados para evitar rozaduras y lesiones. Si aplicamos una crema hidratante específica para los pies por la noche realizando un masaje notaremos además un gran alivio al descongestionarlo después de todo el día.

¡Si seguís estos consejos ya sólo queda lanzarse a las pistas a disfrutar!

El sobrepeso afecta a tus pies

En ocasiones un dolor de pies puede estar relacionado con el sobrepeso de la persona. Los pies tienen que soportar un exceso de peso que afecta a la dinámica, además las articulaciones se pueden inflamar debido al esfuerzo que realizan los músculos y los huesos del pie.

La obesidad además puede agravar otras dolencias como por ejemplo la diabetes, pues empeora los problemas circulatorios en el pie. Las afecciones más comunes en el campo de la podología son las siguientes: molestias en los tobillos, inflamación de los ligamentos del pie, fascitis plantar, tendinitis o artritis.

Además, otro problema asociado a una persona obesa pueden ser las uñas encarnadas dado que la presión del calzado sobre un pie obeso es mucho mayor.

Está claro que si tenemos problemas de sobrepeso, lo mejor será acudir a un profesional nutricionista que nos controle y establezca una dieta sana. Pero hasta que logremos controlar nuestro peso para que no afecte negativamente a la salud de nuestro pies podemos seguir una serie de consejos.

Lo primero, acudir al podólogo sobre todo si debido a la obesidad la persona no llega bien a cortarse las uñas de los pies pues seguramente sufra uñas encarnadas y heridas.

Utilizar un calzado cómodo que se ajuste bien y que tenga una buena contención con un contrafuerte duro. Además se debería utilizar unas plantillas para disminuir el exceso de presión sobre la planta y evitar problemas en las rodillas y caderas.

Hidratar bien los pies para que no aparezcan grietas en los talones debido a la mala circulación.

Como veis un exceso de peso también puede jugar una mala pasada a nuestros pies entre otros problemas mayores así que os animamos a seguir un estilo de vida activo y una dieta sana y equilibrada.

Con la llegada del frío protege tus pies

Ya llega el frío, estamos en pleno noviembre y con la bajada de temperaturas aumentan los problemas en los pies a causa del frío. Es muy importante que durante el otoño y especialmente el invierno no nos olvidemos del cuidado de nuestros pies, sobre todo en el caso de las personas mayores debido a la mala circulación o en el caso de aquellos que debido a su trabajo o al deporte que practican están expuestos a bajas temperaturas, lo cual puede llevar a sufrir problemas en los pies.

Para cuidarlos hay una serie de consejos sencillos que podemos seguir. Lo primero y más obvio dada la época es llevar los pies bien abrigados. Para ello debemos hacernos con unos buenos calcetines y relacionado con esto también habrá que prestar atención a los materiales del calzado que utilizamos. Debemos evitar los manteriales sintéticos de baja calidad que hacen que el pie no transpire, favoreciendo la aparición de humedad en el interior del calzado. Además el calzado no debe ser muy apretado ya que esto dificultaría la circulación, favoreciendo la disminución de temperatura del pie.

Debemos evitar las fuentes directas de calor, como estufas. Además, para activar la circulación podemos realizarnos masajes en los pies o mover las piernas para estimularla. Al ducharnos, podemos realizar contrastes con agua caliente y fría.

Hidratar los pies también es un punto importante, algo que debemos hacer durante todo el año pero aún más durante la época de frío ya que la disminución de la temperatura provoca sequedad y así evitaremos la aparición de grietas.

Obviamente debemos evitar exponernos durante largo tiempo al frío, sobre todo las personas mayores y los niños, que son las personas más susceptibles de padecer sabañones.

También se debería evitar fumar y beber alcohol en grandes cantidades, dado que produce vasoconstricción y provoca mala circulación.

Como siempre, si notas alguna anomalía en tus pies o cualquier problema lo mejor sera que acudas a tu podólogo, para evitar que el problema vaya a más.