Archivos anuales2019

Los calcetines de navidad

Aprovechamos la época en la que nos encontramos para, en primer lugar desearos una feliz navidad y una estupensa entrada en el nuevo año y por otra parte para tratar un tema un poco más trivial y hablar hoy de una de las tradiciones que podemos relacionar con nuestros pies: la de colocar calcetines navideños en la chimenea.

La tradición consiste en colocar los calcetines de navidad en la chimenea o en su ausencia, hay personas que los colocan en otras partes de la casa. El objetivo de esta tradición está clara, que Papá Noel coloque los regalos en el interior de estos calcetines. ¿Pero de dónde surje esta tradición?

La leyenda cuenta que un hombre perdió a su mujer y cayó en una gran tristeza…tras este desafortunado hecho, repartió toda su fortuna. Él y sus hijas vivían felizmente en la pobreza hasta que ellas se enamoraron y llegó el momento de casarse, pero ninguna de las hijas y sus tres pretendientes tenían dinero suficiente como para celebrar dichos compromisos.

El suceso llegó a oídos de Papá Noel, y la noche de Navidad dejó caer por la chimenea de la casa de las muchachas tres monedas de oro que cayeron hasta entrar en unos calcetines que se estaban secando frente al fuego.

Al día siguiente cuando las chicas se levantaron, encontraron la grata sorpresa y descubrieron que con esa moneda de oro podrían llevar a cabo sus respectivos compromisos.

Desde entonces en la cultura anglosajona se adoptó la costumbre de colocar calcetines en la chimenea, una tradición que se ha extendido también a otros países de diferente cultura como las regiones latinas.

Hoy en día ya no son tantos los hogares en los que quedan chimeneas pero la bonita tradición se ha reinventado dando lugar a que se sigan colocando igualmente en otras zonas de la casa.

¡Os deseamos unas felices fiestas!

Decálogo para cuidar nuestros pies en la época invernal según el colegio Oficial de Podología de la Comunidad de Madrid

Hoy os vamos a dejar aquí abajo el contenido de una noticia publicada en www.noticanarias.com en la que se expone el decálogo publicado por el Colegio Oficial de Podología de la Comunidad de Madrid para cuidar nuestros pies en esta época invernal y que consideramos puede resultaros de interés.

La noticia podéis encontrarla en su lugar original de publicación aquí: https://www.noticanarias.com/decalogo-para-cuidar-nuestros-pies-en-la-epoca-invernal-segun-colegio-oficial-de-podologia-de-la-comunidad-de-madrid/:

El Colegio Oficial de Podología de la Comunidad de Madrid quiere recordarnos como las bajas temperaturas pueden afectar de forma directa a la salud de los pies. Para evitar problemas que podrían llegar a afectar a otras partes del cuerpo, COPOMA ha elaborado un decálogo.

Una de las partes de nuestro cuerpo que más se ve afectada por la bajada extrema de temperaturas son nuestros pies. Por ello, con la llegada del frío intenso y las lluvias aumenta la importancia de su cuidado y la necesidad de saber escoger correctamente el calzado que debemos utilizar.

Para evitar problemas que podrían llegar a afectar a otras partes del cuerpo, El Colegio Oficial de Podología de la Comunidad de Madrid (COPOMA) ha elaborado un decálogo de recomendaciones y consejos para cuidar nuestros pies en la época de frio intenso.

Cinco consejos que debemos tener en cuenta:

  • Elegir un buen calzado es lo más importante. Lo ideal es que sea de materiales naturales, transpirable, impermeable y con la suela antideslizante. Además, debe ser de la talla correcta, es decir, que no nos apriete para que no dificulte la circulación, pero que tampoco nos quede grande para que no fuerce la postura o la dinámica muscular.
  • Acompañar a un buen calzado con calcetines de fibras naturales, para propiciar la correcta transpiración y evitar que los pies suden excesivamente, lo que podría causarnos ciertas anomalías en la piel.
  • Mantener los cuidados de higiene diaria y prestar especial atención a la limpieza entre los dedos y su secado también es esencial. Además, debemos hidratarlos después.
  • Incrementar el consumo de ciertos alimentos y consumir agua. Una correcta hidratación ayudará a nuestra circulación y evitará que nuestros pies se enfríen. El consumo de ciertos productos que contengan vitamina C, E y K, y especias como la cayena, la cúrcuma, la canela o la pimienta, también serán beneficiosos para nosotros en esta época del año.
  • Visitar la consulta del profesional de la Podología. Es recomendable acudir una vez cada seis meses para que nos realicen una revisión general, completa y personalizada y siempre que exista algún tipo de problemática previa. Por ello, el inicio del invierno, tras el verano y el otoño, es un buen momento para acudir. Los profesionales nos harán un diagnóstico completo del estado de nuestros pies y nos aconsejarán de forma personalizada.

Cinco cosas que debemos evitar:

  • Usar calzado que no sea impermeable o cuya suela no sea antideslizante. Estas dos cuestiones son las que más debemos tener en cuenta a la hora de seleccionar nuestro calzado diario en estas fechas del año, pues conllevan ciertos peligros, como pillarnos un buen resfriado o sufrir un resbalón. Además, en el caso de usar zapatos con algo de tacón, debemos evitar que superen los 7 centímetros, e intentar que sean lo más anchos posible.
  • Cambiar bruscamente de temperatura: Aunque lleguemos de la calle con los pies muy fríos, no debemos acercarlos a fuertes fuentes de calor directo antes de que se hayan regulado por sí mismos, pues intensifica la posibilidad de aparición de sabañones y otras anomalías de la piel.
  • Estar mucho tiempo con los pies inmovilizados: pues puede afectar de diversas formas negativas a nuestro cuerpo. En el caso de que sea inevitable, debemos intentar activar nuestra circulación masajeándolos periódicamente.
  • Consumir ciertos productos: Existen productos cuyo consumo nos afecta negativamente. Por ejemplo, el alcohol contribuye a la deshidratación de nuestra epidermis, el tabaco dificulta nuestra circulación, la cafeína comprime nuestros vasos sanguíneos, o el marisco aumenta nuestro ácido úrico. Todas estas cuestiones afectan directa y negativamente a nuestros pies, por lo que, lo principal es evitar los excesos.
  • Ejercer malas prácticas deportivas: Hay que prestar especial atención a la forma de realizar los ejercicios que practicamos, pues el frío puede aumentar la facilidad de lesionarse o sufrir ciertas alteraciones biomecánicas.

No proteger correctamente nuestros pues puede provocar daños a nivel de salud general en todas las personas,  pero más especialmente en ciertos colectivos de la población, como personas mayores, niños, practicantes de deporte o diabéticos. Por ello, dichos colectivos deberán extremar las precauciones por ser los más vulnerables a posibles problemas en la salud de los pies y otras partes del cuerpo.

La osteoporosis y tu forma de pisar

Quizás no lo sabías, pero la osteoporosis está bastante relacionada con los pies, pues es en esta parte de nuestro cuerpo donde se pueden detectar los primeros síntomas.

La osteoporosis es una enfermedad progresiva ósea que provoca que los huesos se debiliten y por lo tanto son más susceptibles a a fracturarse fácilmente. Sin embargo durante las primeras fases de esta enfermedad, no existen síntomas, motivo por el que también se la conoce como “la enfermedad silenciosa”.

¿Pero cómo está relacionada la osteoporosis con los pies? Pues muchas de las lesiones pueden tener su origen en una mala pisada. Cuando caminamos mal a causa de un dolor, la biomecánica de los pies necesita corrección. Es recomendable realizar un estudio de la pisada e incluso la utilización de plantillas personalizadas, un tratamiento que puede garantizar la corrección biomecánica alterada por la osteoporosis.

Las plantillas te van a ayudar a amortiguar la pisada al caminar, corregir la postura y mejorar el equilibrio.

Los pies en el embarazo

El embarazo es una de las etapas que más cambios va a producir en la mujer y los pies no se libran de ello.

Una de las teorías más extendidas es que los pies crecen durante el embarazo pero ¿es esto cierto?. Pues bien, sí que lo es pero tampoco hay que alarmarse y además no sucede en el 100% de los casos y tampoco de la misma manera en todas las mujeres.

Durante los últimos meses del embarazo es muy habitual que la mujer sufra retención de líquidos provocando por lo tanto la inflamación de sus pies, que se vuelven más voluminosos y anchos. Sin embargo normalmente al poco de tiempo de dar a luz los pies van reduciendo su inflamación y recuperando su estado normal. Aunque esto no sucede siempre y hay mujeres que notan que sus pies no recuperan jamás su estado original e incluso tienen un pie de un tamaño superior al que tenían previamente al embarazo. Y es que no se trata de una simple hinchazón del pie sino de un crecimiento real, que puede llegar a suponer entre 2 y 10 mm traduciéndose a media talla más o incluso una completa.

Además de este cambio importante, la mujer embarazada también es habitual que sufra de dolores musculares en piernas, caderas o espalda e incluso juanetes u otras dolencias. Por lo tanto una visita al podólogo puede ser interesante para intentar paliar estas molestias e incluso seguir el consejo del especialista para utilizar unas plantillas terapéuticas.

 

Los callos en los pies

Los callos o hiperqueratosis plantares son simplemente una respuesta de nuestro cuerpo ante un exceso de fricción en determinadas zonas del pie. La acumulación de células muertas lleva a engrosar la zona más externa de la piel, causando esas callosidades. Es un problema muy común que mucha gente padece, ¿cuáles son sus síntomas?:

Podemos notar sequedad, piel gruesa o endurecida en una zona del pie, textura áspera al tacto e incluso podríamos notar dolor o molestia al tocarlos o caminar.

Hay distintos tipos de callos y niveles de gravedad de la afección. Es por ello que si sentimos una gran molestia debemos acudir al podólogo para que realice el examen correspondiente y así poder evaluar la gravedad del asunto para aplicarle el tratamiento correspondiente.

Las causas más comunes para la aparición de los callos en los pies son básicamente: una forma de pisar incorrecta, falta de hidratación, el uso de zapatos de punta estrecha o sufrir otras patologías tales como juanetes, dedos en garra…

Entre los tratamientos que nos puede recomendar nuestro podólogo estarán: la quiropodia cuyo objetivo es eliminar esas células muertas en la piel del pie, utilizar una piedra pómez como complemento y método de prevención en casa, un estudio biomecánico y el uso de plantillas para corregir la pisada y así evitar que se ejerca mayor presión en determinados puntos o algún otra indicación de higiene complementaria.

Como casi siempre cuando se padece una dolencia, ponte en manos expertas y déjate aconsejar por tu podólogo.

Zapatillas con ruedines para niños, ¿un calzado de verdad?

Ahora que se acercan las navidades y los niños empiezan a preparar su carta para los reyes magos, podemos encontrarnos con que en su lista estén unas zapatillas con ruedines. Seguro que alguna vez has visto a algún niño por la calle deslizarse con unas llamativas zapatillas que llevan incorporadas a la suela unos ruedines. ¿Pero podemos considerar esto un calzado adecuado o simplemente se trata de un juguete?

Definitivamente no son un calzado seguro para que los niños utilicen asiduamente. De hecho cuando empezó a surgir esta moda entre los niños, el Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos pidió a los centros educativos que prohibieran su uso durante las horas lectivas, ya que no favorecen una pisada saludable y una gran cantidad de pequeños acudían al colegio con esas zapatillas. Esto significaba que los alumnos utilizaban esa calzado inadecuado durante más d e8 horas seguidas cuando lo recomendable sería no utilizarlo durante más de 2 horas a la semana. Sin duda un dato muy alarmante.

Es vital que durante la infancia el niño mantenga una buena pisada pues es la época en la que se desarrolla el pie y sera clave para no sufrir patologías en la edad adulta.

Por lo tanto si vuestros niños de casa os piden unas zapatillas de este tipo, mucha atención al control sobre su uso. Recordad que son un juguete, no un calzado para llevar a diario.

Protege tus pies en invierno

Vale, todavía no estamos en pleno invierno…pero las temperaturas han empezado a descender bastante y ya empezamos a ver los primeros adornos de navidad y turrones en el supermercado… el frío invernal estará con nosotros antes de que queramos darnos cuenta.

Seguro que te ha pasado alguna vez, por mucho que te abrigues no consigues sacarte el frío de los pies. Estos tienen un impacto directo en nuestra salud así que sera mejor que los protejasde las bajas temperaturas que se avecinan y los intentes mantener calientes.

Las afecciones en el pie más conocidas durante los meses fríos son los sabañones, los eccemas o la dermatitis.

¿Qué podemos hacer para cuidar de nuestros pies en esta época? Lo primero, utiliza unos buenos calcetines de algodón 100% o fibras naturales que permitan mantener los pies calientes sin apretarlos demasiado dificultando la circulación.

EL calzado también es algo clave para protegernos del frío. Escoge uno que permita el pie transpirar de modo que no se acumule humedad y así reduzcamos la sensación de frío.

Evita acercar tus pies a fuentes de calor tales como estufas, pues esto puede provocar los temidos sabañones. Si utilizas unos buenos calcetines y un calzado adecuado esto debería ser suficiente para mantenerlos calientes.

En grupos de riesgo como mayores o niños es aconsejable aplicar cremas específicas para preparar los pies ante agresiones del frío. Tu podólogo puede recomendarte la más adecuada.

Mantén unos hábitos saludables. El alcohol y el tabaco contribuyen a la deshidratación de la epidermis lo cual aumenta el riesgo de padecer sabañones así como otros trastornos durante el invierno.

Evita tener los pies inmovilizados durante periodos largos para que no se produzca un enfriamiento de los pies debido a la mala circulación. Por ejemplo si trabajas sentado durante muchas horas realiza ejercicios específicos para moverlos de vez en cuando.

¡Esperamos que estos consejos os ayuden a sobrellevar las bajas temperaturas que se avecinan!

Los pies planos

¿Qué son los pies planos? Un pie plano va a presentar una bóveda plantar con menos altura de lo normal. Suele ir acompañado de un aumento de la anchura de la zona del mediopie, debido a la caída del arco a la zona interna.

Aunque pueden provocar dolor si se les da un buen tratamiento vamos a poder realizar una vida totalmente normal, por eso es necesario acudir a un especialista, para detectar de qué tipo de pie plano se trata y ofrecerle el mejor tratamiento posible.

¿Qué síntomas ses padecen cuando se tienen los pies planos? Además del propio aspecto de pie plano que se puede observar, la persona que lo padece sentirá dolor en la musculatura de la zona interna de la pierna ya que al estar trabajando de forma forzada se va a producir una tendinitis que originará el dolor. Además de esto sufrirá dolor en el dorso al hundirse el pie ya que los huesos en la zona dorsal de arriba se pellizcan y se producen picos artrósicos.

Para diagnosticar esta patología podemos servirnos de sistemas de análisis de la huella con plataforma de presiones. Pero lo más importante sera determinar el tipo de pie plano que tenemos: flexible, semi flexible o rígido.

Para determinar cuál de los tipos de pie plano padecemos se realizarán diferentes test biomecánicos.

A partir de ahí se establecerá un diagnóstico y el tratamiento a seguir puede incluir desde ejercicios de estiramientos y potenciacion hasta el uso de plantillas personalizadas lo cual suele ser lo más eficaz en adultos.

¿Se te duermen los pies?

Esto es algo que muchas veces se plantean los pacientes, ¿por qué se me duermen los pies? Pues bien, hay dos causas principales: una de origen neurológico y otra de origen vascular. La primera afecta a los nervios mientras que la segunda lo hace a los vasos sanguíneos.

De manera que cuando tenemos algún tipo de alteración tanto en la circulación sanguínea como en los nervios una de las consecuencias que vamos a padecer es la parestesia. ¿Y esto qué quiere decir? Pues simplemente que vamos a notar una sensación de adormecimiento, entumecimiento y hormigueo que se va a producir básicamente en nuestras manos y pies.

Te estarás preguntando…¿y cómo soluciono esto? Bueno pues para ello tendremos que minimizar las causas que estén provocando este adormecimiento en nuestros pies. Para ello es imprescindible un buen diagnóstico que deberá hacérnoslo un especialista, neurólogo y vascular.

Uno de los motivos más frecuentes que se puede encontrar en la consulta que esté provocando parestesia es la utilización de un calzado inadecuado que no respeta la morfología del pie, comprimiéndolo en exceso de manera prolongada durante todo el día.

Una mala circulación también suele ser a menudo la causante. Para prevenir esto es importantísimo caminar cada día, realizar ejercicios con los pies mientras estamos sentados y realizar baños de contraste con agua fría y caliente para favorecer el retorno venoso.

Por ello, si estás sufriendo este problema puedes seguir estos consejos para intentar minimizar el efecto pero sera imprescindible que te pongas en manos de un especialista.


El sudor excesivo en los pies y los hongos

Uno de los motivos más frecuentes por los que la gente acude a la consulta del especialista es porque sufren una sudoración excesiva en sus pies.

Esto puede ser causado por la propia predisposición de la persona o por la utilización de un calzado que no transpire entre otras razones. Si nuestros pies sudan en exceso pueden llegar a generarse hongos muy fácilmente en esa zona.

¿Cuáles son las señales que deberían alarmarnos?

  • Sentir un picor constante y continuo en una zona del pie.
  • Detectar rojeces entre los dedos o por el pie.
  • Padecer descamaciones de la piel en el pie.
  • Percibir un mal olor no habitual.
  • Tener grietas dolorosas en los pies.

Debemos prestar especial atención si padecemos algunos de estos síntomas y por supuesto intentar mantener nuestros pies secos y por lo tanto tratar una sudoración excesiva que pueda llegar a desencadenar problemas como los hongos.

Utilizar desodorantes podológicos y un buen calzado transpirable así como mantener una correcta higiene diaria en la zona pueden ayudar mucho a solventar este problema.