Archivos mensualesjunio 2019

Beneficios de la playa para nuestros pies

¿Tú también lo sientes? ¡El verano ya está aquí! Con sus días más largos, sus rayos de sol y… ¡las ansiadas vacaciones!

Para muchos de vosotros el destino vacacional sera la playa. Y a lo mejor no sabes todo lo que ésta puede hacer por tu salud y por tus pies.

Empezando por el simple y habitual gesto de dar un paseo por la orilla de la playa. Y es que caminar descalzo por ella va a mejorar mucho la circulación de la sangre. Es un ejercicio ideal sobre todo para las personas que padecen de varices. La arena va a producir un masaje en la planta de los pies activando la circulación venosa y linfática. El hecho de que las olas rompan en nuestras piernas, con el agua fresquita, también va a favorecernos mucho a la circulación e incluso va a tonificar el músculo.

Además, la arena es un estupendo exfoliante natural. Caminar descalzo por la orilla nos va a ayudar a eliminar durezas y callos.

El sol es muy beneficioso para nuestros huesos pero algo que se te puede pasar por alto al disfrutar de un día de playa es aplicar protección solar en tus pies. Sí, el sol les afecta igual que a otras partes de tu cuerpo y también se pueden quemar. Si no aplicas crema protectora puedes acabar con quemaduras en la zona del empeine fácilmente.

Si tenemos alguna heridita, el agua del mar nos va a ayudar mucho pues actúa como cicatrizante.

Como veis, el mar es enormemente beneficioso para nuestra salud. Disfrutad mucho de la playa y de vuestras vacaciones, siempre protegiéndoos del sol y con un botellín de agua a mano para hidrataros.

Dolor en la planta del pie

Es una de las patologías más comunes que se encuentran en las consultas de podología: el dolor en la planta del pie. Y si lo pensamos bien, es lógico: el uso de calzado inadecuado, el abuso de zapatos de tacón, trabajos que requieren que pasemos muchas horas de pie, una mala técnica al correr en deportistas… Son muchos los factores que pueden provocarnos esta dolencia, más conocida como fascitis plantar.

Lo primero, identidiquemos el origen del problema. Varias pueden ser las causas que lo provoquen. Practicar deporte con mucha intensidad, permanecer de pie en la misma posición durante muchas horas al día, usar un calzado inadecuado, usar un calzado deportivo que no amortigüe bien, mala pisada…

En cualquier caso lo fundamental sera acudir al podólogo, que sera quien pueda determinar el origen del problema e indicarnos el tratamiento más adecuado. De todos modos, hay 3 pasos básicos que podemos seguir para mejorar nuestro problema.

El primero sera realizar estiramientos. Esto consiste en estirar la zona que va desde la planta del pie hasta los gemelos. Así favoreceremos que que los músculos que forman nuestras estructuras se destensen y evitemos dolor en la planta del pie.

Lo segundo, fortalecer las estructuras de nuestros pies mediante ejercicios. Así favoreceremos la movilidad de los metatarsianos y hacemos que toda la estructura muscular y articular de los pies esté más fuerte frente a posibles lesiones.

Por último, debemos liberar la fascia plantar. Esta es un tejido blando que comprende desde la zona de los dedos del pie hasta el talón. Cuando esta banda de tejido sufre una sobrecarga o se tensa en exceso, aparece la fascitis plantar. Para liberarla, son recomendables masajes o ejercicios que tu podólogo te realice en clínica.

Adicionalmente unas plantillas también pueden resultar de gran ayuda pero eso deberá valorarlo el podólogo para poder recomendarte las más adecuadas para tu problema.

Los sabañones

Seguro que lo has oído por lo menos una vez en tu vida, alguien a quien le salen sabañones. ¿Pero qué son exactamente?

Los sabañones, también llamados eritema pernio, consisten en una inflamación bajo la piel que viene acompañada de manchas rojas, dolor, inflamación y ampollas. Se producen por el efecto repetido o prolongado del frío de la humedad y por cambios bruscos de temperatura.

Se producen por lo tanto por una exposición prolongada al frío, puesto una temperatura baja hace que empeore la circulación de la sangre que llega a los dedos de los pies. Si al sentir frío acercamos los pies a una fuente de calor, esto también va a provocar que surjan sabañones debido a una expansión precipitada de los vasos sanguíneos.

Para prevenir los sabañones se deberá utilizar un buen calzado al igual que unos buenos calcetines de fibras naturales. También debemos evitar los contrastes fuertes de temperatura en el pie, por ejemplo llegar a casa de la calle con frío y acercar los pies a una fuente de calor.

Son unas recomendaciones sencillas pero eficaces. En caso de sufrir sabañones, normalmente de una a tres semanas desaparecen. En caso contrario, o si sufres de un fuerte dolor o finalizando el invierno no remiten, lo mejor sera acudir a un especialista para que descarte cualquier otra afección más grave.