Archivos mensualesoctubre 2019

Los pies planos

¿Qué son los pies planos? Un pie plano va a presentar una bóveda plantar con menos altura de lo normal. Suele ir acompañado de un aumento de la anchura de la zona del mediopie, debido a la caída del arco a la zona interna.

Aunque pueden provocar dolor si se les da un buen tratamiento vamos a poder realizar una vida totalmente normal, por eso es necesario acudir a un especialista, para detectar de qué tipo de pie plano se trata y ofrecerle el mejor tratamiento posible.

¿Qué síntomas ses padecen cuando se tienen los pies planos? Además del propio aspecto de pie plano que se puede observar, la persona que lo padece sentirá dolor en la musculatura de la zona interna de la pierna ya que al estar trabajando de forma forzada se va a producir una tendinitis que originará el dolor. Además de esto sufrirá dolor en el dorso al hundirse el pie ya que los huesos en la zona dorsal de arriba se pellizcan y se producen picos artrósicos.

Para diagnosticar esta patología podemos servirnos de sistemas de análisis de la huella con plataforma de presiones. Pero lo más importante sera determinar el tipo de pie plano que tenemos: flexible, semi flexible o rígido.

Para determinar cuál de los tipos de pie plano padecemos se realizarán diferentes test biomecánicos.

A partir de ahí se establecerá un diagnóstico y el tratamiento a seguir puede incluir desde ejercicios de estiramientos y potenciacion hasta el uso de plantillas personalizadas lo cual suele ser lo más eficaz en adultos.

¿Se te duermen los pies?

Esto es algo que muchas veces se plantean los pacientes, ¿por qué se me duermen los pies? Pues bien, hay dos causas principales: una de origen neurológico y otra de origen vascular. La primera afecta a los nervios mientras que la segunda lo hace a los vasos sanguíneos.

De manera que cuando tenemos algún tipo de alteración tanto en la circulación sanguínea como en los nervios una de las consecuencias que vamos a padecer es la parestesia. ¿Y esto qué quiere decir? Pues simplemente que vamos a notar una sensación de adormecimiento, entumecimiento y hormigueo que se va a producir básicamente en nuestras manos y pies.

Te estarás preguntando…¿y cómo soluciono esto? Bueno pues para ello tendremos que minimizar las causas que estén provocando este adormecimiento en nuestros pies. Para ello es imprescindible un buen diagnóstico que deberá hacérnoslo un especialista, neurólogo y vascular.

Uno de los motivos más frecuentes que se puede encontrar en la consulta que esté provocando parestesia es la utilización de un calzado inadecuado que no respeta la morfología del pie, comprimiéndolo en exceso de manera prolongada durante todo el día.

Una mala circulación también suele ser a menudo la causante. Para prevenir esto es importantísimo caminar cada día, realizar ejercicios con los pies mientras estamos sentados y realizar baños de contraste con agua fría y caliente para favorecer el retorno venoso.

Por ello, si estás sufriendo este problema puedes seguir estos consejos para intentar minimizar el efecto pero sera imprescindible que te pongas en manos de un especialista.


El sudor excesivo en los pies y los hongos

Uno de los motivos más frecuentes por los que la gente acude a la consulta del especialista es porque sufren una sudoración excesiva en sus pies.

Esto puede ser causado por la propia predisposición de la persona o por la utilización de un calzado que no transpire entre otras razones. Si nuestros pies sudan en exceso pueden llegar a generarse hongos muy fácilmente en esa zona.

¿Cuáles son las señales que deberían alarmarnos?

  • Sentir un picor constante y continuo en una zona del pie.
  • Detectar rojeces entre los dedos o por el pie.
  • Padecer descamaciones de la piel en el pie.
  • Percibir un mal olor no habitual.
  • Tener grietas dolorosas en los pies.

Debemos prestar especial atención si padecemos algunos de estos síntomas y por supuesto intentar mantener nuestros pies secos y por lo tanto tratar una sudoración excesiva que pueda llegar a desencadenar problemas como los hongos.

Utilizar desodorantes podológicos y un buen calzado transpirable así como mantener una correcta higiene diaria en la zona pueden ayudar mucho a solventar este problema.

Cómo tratar los talones agrietados

¡Ya estamos en otoño! Y con su llegada comenzamos a esconder nuestros pies también en calzado más cerrado. Puede que durante los meses de verano tus pies hayan quedado un poco descuidados y deshidratados y ahora te encuentres con que tienes los talones agrietados.

Este problema consiste en una alteración de la dermis que se produce cuando la piel de los pies está tan seca y dura que se empieza a desgarrar de forma perpendicular. A causa de la falta de hidratación y elasticidad en la piel, van apareciendo esas grietas que incluso pueden llegar a causar dolor y en casos extremos llegar a sangrar.

Podemos tener la piel seca en varias partes del cuerpo pero la piel del pie es la que más expuesta está a sufrir sequedad y además los talones son una de las partes que mayor presión soportan y por lo tanto mayor fricción.

La sequedad de la piel es la que va a producir que nuestros talones se agrieten así que debemos tener en cuenta diversos factores: deberemos evitar los baños con agua muy caliente, que van a favorecer su deshidratación y deben ser baños cortos.

Utilizaremos esponjas suaves y jabones neutros y además si vamos a la piscina o a la playa nos ducharemos después de bañarnos.

Deberíamos aplicar una crema hidratante en los pies para favorecer su hidratación.

La alimentación también juega un papel importante e influye en la salud de nuestros pies. Debemos beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día para mantener nuestro organismo hidratado y tomar bastante fruta.

Por supuesto el tabaco que es malo para nuestro organismo también lo es para la piel pues la reseca.

Si sufres de talones muy agrietados lo ideal sería acudir al podólogo para que determine el grado de sequedad o infección del pie y te recomiende el tratamiento adecuado. Junto a esto, utilizar un calzado adecuado y una crema hidratante serán otros factores clave.Tu propio podólogo puede recomendarte una buena crema para tratar la sequedad de tus pies.



La piedra pómez, tu aliada

Seguro que alguna vez has oído hablar de la famosa piedra pómez. Esta herramienta tan versátil puede servirnos para exfoliar y eliminar pieles muertas pero también para tratar callos y durezas de nuestros pies.

¿De dónde surge esta piedra? Pues bien, se origina en el magma volcánico, producida por un enfriamiento muy rápido cuando el magma se expulsa y entra en contacto con el aire. Así nace esta piedra conocida por su porosidad, ligereza y rugosidad. Gracias precisamente a esas propiedades es idónea para elimianr las durezas que se forman en los talones o en la planta de los pies.

Sin embargo es fundamental conocer cómo utilizarla adecuadamente. Antes de utilizarla hay que enjuagarla bien para que quede limpia. Lo mismo que nuestros pies, debemos lavarlos con agua y jabón. Lo ideal sería utilizarla en la ducha con la piel húmeda.

Para eliminar las durezas de los talones, realiza movimientos circulares con la piedra en ellos suavemente. Ojo, esta piedra no te servirá para exfoliar otras zonas del cuerpo pues la piel es más débil que la de los pies y podrías dañarla.

Tras el uso de la piedra pómez lo ideal es aplicarse una crema hidratante. Y por supuesto, limpiar la piedra una vez hayamos terminado de utilizarla para que esté en perfectas condiciones para el próximo uso. Lávala y déjala secar en un lugar sin humedad.

Debemos dejar claro que la piedra pómez no es ningún tratamiento ni solución definitiva a los callos y durezas sino que se trata de un complemento que puede ayudarnos con el problema.