El esguince de tobillo es una lesión que se da con mucha frecuencia en deportistas y curiosamente cada vez más también en personas que no practican deporte, por el uso de calzado inadecuado.
Esta lesión se produce cuando de manera extraña nos doblamos o torcemos el tobillo brúscamente. Ahora bien, puede que te hayas torcido el pie y sientas dolor pero, ¿cómo saber si estamos realmente ante un esguince?.
Hay 5 señales que pueden darnos pistas de que así se trata:
Si nos duele el tobillo o pensamos que el golpe ha sido fuerte debemos acudir a un especialista a que evalúe el nivel de la lesión, pues podríamos haber dañado el ligamento o incluso llegar al punto de haber roto algún hueso de la articulación.
Lo fundamental por tanto es acudir a un profesional, que será capaz de identificar el grado de esguince que tenemos, si es que lo hay. Existen 3 grados de esguince, de menor a mayor gravedad. Los más frecuentes son de grado 1 y 2, en los cuales será fundamental una buena recuperación para evitar mayores problemas en el futuro.
Por tanto, si sospechas que puedes padecer un esguince, será fundamental que acudas a un especialista para que lo determine y en su caso te de las pautas necesarias para la recuperación.