Hacer senderismo o rutas por la montaña es una práctica que está muy de moda, probablemente a ti también te guste salir a andar algún fin de semana por el monte en compañía de amigos o familiares.
Los pies van a ser una parte fundamental de nuestro cuerpo a la hora de practicar este tipo de actividad y debemos cuidarlos antes de que aparezcan lesiones como rozaduras, ampollas o dolor de pies. Los pies son la herramienta clave de cualquier senderista y es por ello que debemos seguir una serie de consejos para cuidarlos al máximo.
¿Qué deberíamos tener en cuenta? Lo primero y básico es utilizar un calzado adecuado. Una buena bota, impermeable que transpire y sea flexible. También que tenga una suela antideslizante y ofrezca buena sujección a nuestro pie y por supuesto que sea de nuestra talla correcta.
Prepara tus pies para la salida al monte: utiliza calcetines técnicos para evitar rozaduras y apósitos para prevenir ampollas. Además, si utilizas plantillas personalizadas no olvides ponértelas. Por supuesto nunca estrenes calzado el día que vas a salir de ruta.
Otro concepto importante que a veces quizás pasamos por alto es escoger una ruta adecuada a nuestras capacidades. Es decir, debemos elegir un recorrido con un nivel de exigencia y desnivel acorde a nuestro entrenamiento y experiencia. Así realizaremos la ruta sin que nuestros pies y piernas sufran.
Una vez terminada nuestra excursión, la tarea de cuidar de nuestros pies no termina. Debemos dejar que el calzado utilizado se ventile así como lavar nuestros pies y ponernos un calzado cómodo. Además nos vendrá muy bien masajear los pies y piernas para activar la circulación y aprovechar para aplicar una crema hidratante.
¡Te deseamos que disfrutes mucho en tus salidas a la naturaleza, siempre cuidando de tus pies!