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Los pies hinchados

Es habitual para muchas personas que al final del día noten sus pies cansados, hinchados… esto es más frecuente en épocas de calor como el verano pero también puede suceder en cualquier otro momento por el cansancio, la opresión de los zapatos a lo largo de la jornada…

Entre los motivos principales están: trabajar muchas horas seguidas sin moverse casi, los cambios hormonales como los que se sufren durante el embarazo, alteraciones vasculares asociadas a una insuficiencia venosa, insuficiencia renal, un exceso de peso, el efecto secundario de algunos medicamentos, el uso de calzado o calcetines inadecuados o el propio calor como hemos indicado previamente.

Lo más recomendable para prevenir la hinchazón de pies es, en primer lugar, practicar un rato de deporte o salir a caminar una vez al día especialmente cuando nuestra jornada diaria de trabajo nos mantiene atados a una silla o a pasar muchas horas de pie sin movernos. Deberemos además evitar el calzado y calcetines que compriman los pies. Al llegar a casa es muy recomendable tumbarnos poniendo en alto los pies durante unos 15 minutos para favorecer la circulación, además de realizarnos un masaje en la zona con una buena crema.

En los casos más importantes de hinchazón de pies, lógicamente deberá consultarse con un podólogo. Pero si es algo ocasional y/o leve, podemos seguir estos consejos y notaremos una mejoría enseguida.

 

Los pies hablan de tu salud

¿Sabías que si prestamos atención a nuestros pies podemos identificar ciertos problemas de salud? Sí, los pies son un buen chivato del estado de la salud de nuestro organismo… ¡Presta atención y aprende a identificar sus señales!

Para empezar, fíjate en el color de las uñas. Deberían ser de un tono rosado, pero en ocasiones adoptan tonalidades amarillentas, color negro o incluso puede ser que se vuelvan blanquecinas. Esto sera señal de: hongos en las uñas, problemas en la circulación sanguínea o incluso problemas hepáticos o enfermedades crónicas.

¿Tus pies desprenden mal olor? En ocasiones puede deberse a una higiene insuficiente, pero en aquellos casos en los que se realiza una buena limpieza de los mismos y aún así el mal olor persiste, detrás es probable que exista otro problema. Las causantes de ese mal olor son las bacterias, así que puede deberse a una mala alimentación, problemas de ansiedad o estrés, cambios en el metabolismo e incluso diabetes. Obviamente lo correcto es acudir al podólogo para que determine el problema.

Si notas tus pies hinchados puede deberse a algo pasajero por los efectos del calor, debido a algún traumatismo o a sobrepeso. Sin embargo, si el problema persiste, es probable que alguna patología cardiaca o renal esté provocando esa hinchazón.

Si tu problema son los pies fríos, bueno, en cierto modo puede ser algo normal ya que se trata de una de las extremidades más alejadas del corazón, con lo cual la sangre tiene más difícil el acceso a ellos. Pero debemos preocuparnos cuando la temperatura es extremadamente baja, pues puede ser indicador de problemas en la circulación sanguínea, algún déficit vitamínico o exceso de colesterol.

Si la piel de tus pies está extremadamente seca, y a pesar de hidratarlos a menudo la sequedaz persiste, puede que padezcas alguna enfermedad dermatológica como psoriasis o dermatitis.

Un poco en relación con lo anterior, si tenemos la piel de los pies extremadamente seca se pueden originar grietas dolorosas. Esto, además de las afecciones propias de la piel seca, puede indicar una falta de hierro (anemia) o diabetes.

Por lo tanto presta atención a tus pies, pues al igual que el resto del cuerpo, hablan de nuestro estado de salud. Ante cualquier sospecha de estar padeciendo algún problema, consulta con tu podólogo.

El dolor lumbar y su relación con los pies

Debemos recordar que los pies no funcionan como una parte aislada de nuestro cuerpo, y que pueden afectar a otras partes del mismo causando dolor por ejemplo en rodillas, tobillos, cadera o espalda.

Por lo tanto, ¿el dolor lumbar puede estar relacionado con los pies? Claramente, sí. Así, que para poder achacar ese dolor a los pies, lo primero será realizar un estudio completo de la pisada mediante un estudio biomecánico.

El dolor lumbar aparece en la zona baja de la espalda y afecta a un porcentaje muy elevado de la población. Casi el 80% padecerá este tipo de dolor alguna vez en su vida. Sin embargo su origen se suele adjudicar a otras causas, dejando de lado la hipótesis de que esté causado por los pies.

Es importante mencionar además que una persona con pies planos, pie valgo o pie cavo tiene el doble de probabilidades de sufrir de dolor lumbar.

Normalmente ante este dolor, se acude a un fisioterapeuta y en raras ocasiones a un podólogo. En muchos de los casos, con una visita al podólogo se podría encarrillar el tratamiento para solucionar este dolor.

Muchas veces basta con utilizar unas plantillas personalizadas para corregir el problema y evitar futuras patologías.

Por lo tanto, si sufres de frecuentes dolores lumbares te recomendamos que te plantees la posibilidad de acudir al podólogo.

Las verrugas plantares

Las verrugas plantares son una patología más común de lo que parece entre la población. A veces, solemos confundirlas con callos o helomas. Pero sin embargo, las verrugas no son lo mismo pues se trata de una infección vírica y no un engrosamiento de la piel ocasionado por fricción.

Esta infección está causada por el virus del papiloma humano. Permanece en la epidermis y dermis, no llegando nunca a capas más profundas.

Su apariencia es una acumulación de puntos negros, que al deslaminarse producen un sangrado. Suele sentirse dolor al pellizcar, no al apretar.

¿Por qué se producen? Pues se van a ocasionar por contagio directo cuando el pie, ya sea a través de grietas o heridas, entra en contacto con el virus.

Si padecemos este trastorno deberemos someternos a tratamiento. Deberemos consultarlo con un especialista, que puede aconsejarnos realizar quemaduras químicas, quemadura térmica o tratarlo mediante la aplicación de diversas sustancias. En el caso de que los tratamientos previos no funcionen podría recurrirse a la cirugía.

Como siempre, es mejor prevenir que curar y podemos seguir unas pautas de higiene rigurosa en nuestros pies para evitar el contagio.

 

 

¿Cuáles son los problemas más habituales que trata un podólogo?

Hoy vamos a cambiar un poco el tema del día y vamos a hablar de las dolencias más comunes que suele tratar un podólogo. Quizás es algo que os habéis preguntado en alguna ocasión por curiosidad, ¿cuáles son los problemas más habituales por los que la gente acude a la consulta del podólogo?

Uno de los trastornos más habituales que se trata en las consultas de podologías es el pie de atleta. Esto está causado por un hongo que crece en zonas cálidas y húmedas, como entre los dedos del pie o en su planta. Si padeces esta patología vas a sentir piel enrojecida y escamada, picazón y grietas blancas. La infección puede extenderse hasta las uñas ocasionando hongos, otra de las dolencias más habituales en consulta.

Las uñas encarnadas también son algo que se suele ver muy a menudo en las clínicas de podología. Es algo muy molesto que causa dolor, inflamación y enrojecimiento en el borde de la uña.

Los callos es otro de los motivos que lleva a las personas a acudir al podólogo. Pueden causar dolor y el especialista evaluará la lesión y los tratará para que no sigan produciéndose.

Las lesiones en los pies, tobillos o articulaciones al caminar también son otros de los motivos que llevan a las personas a pedir consejo al podólogo. Suelen estar originados por una mala forma al caminar. Con un estudio de la pisada pueven solventarse.

Por último, podríamos mencionar a las personas con pies planos como habituales visitantes de las clínicas de podología.

Como veis, estos serían los problemas más comunes que llevan a las personas a acudir al podólogo, si bien es cierto que hay muchas más patologías tan diversas como tipos de paciente y algunas de ellas de mucha más gravedad que las mencionadas aquí.