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Decálogo para cuidar nuestros pies en la época invernal según el colegio Oficial de Podología de la Comunidad de Madrid

Rebeca

Hoy os vamos a dejar aquí abajo el contenido de una noticia publicada en www.noticanarias.com en la que se expone el decálogo publicado por el Colegio Oficial de Podología de la Comunidad de Madrid para cuidar nuestros pies en esta época invernal y que consideramos puede resultaros de interés.

La noticia podéis encontrarla en su lugar original de publicación aquí: https://www.noticanarias.com/decalogo-para-cuidar-nuestros-pies-en-la-epoca-invernal-segun-colegio-oficial-de-podologia-de-la-comunidad-de-madrid/:

El Colegio Oficial de Podología de la Comunidad de Madrid quiere recordarnos como las bajas temperaturas pueden afectar de forma directa a la salud de los pies. Para evitar problemas que podrían llegar a afectar a otras partes del cuerpo, COPOMA ha elaborado un decálogo.

Una de las partes de nuestro cuerpo que más se ve afectada por la bajada extrema de temperaturas son nuestros pies. Por ello, con la llegada del frío intenso y las lluvias aumenta la importancia de su cuidado y la necesidad de saber escoger correctamente el calzado que debemos utilizar.

Para evitar problemas que podrían llegar a afectar a otras partes del cuerpo, El Colegio Oficial de Podología de la Comunidad de Madrid (COPOMA) ha elaborado un decálogo de recomendaciones y consejos para cuidar nuestros pies en la época de frio intenso.

Cinco consejos que debemos tener en cuenta:

  • Elegir un buen calzado es lo más importante. Lo ideal es que sea de materiales naturales, transpirable, impermeable y con la suela antideslizante. Además, debe ser de la talla correcta, es decir, que no nos apriete para que no dificulte la circulación, pero que tampoco nos quede grande para que no fuerce la postura o la dinámica muscular.
  • Acompañar a un buen calzado con calcetines de fibras naturales, para propiciar la correcta transpiración y evitar que los pies suden excesivamente, lo que podría causarnos ciertas anomalías en la piel.
  • Mantener los cuidados de higiene diaria y prestar especial atención a la limpieza entre los dedos y su secado también es esencial. Además, debemos hidratarlos después.
  • Incrementar el consumo de ciertos alimentos y consumir agua. Una correcta hidratación ayudará a nuestra circulación y evitará que nuestros pies se enfríen. El consumo de ciertos productos que contengan vitamina C, E y K, y especias como la cayena, la cúrcuma, la canela o la pimienta, también serán beneficiosos para nosotros en esta época del año.
  • Visitar la consulta del profesional de la Podología. Es recomendable acudir una vez cada seis meses para que nos realicen una revisión general, completa y personalizada y siempre que exista algún tipo de problemática previa. Por ello, el inicio del invierno, tras el verano y el otoño, es un buen momento para acudir. Los profesionales nos harán un diagnóstico completo del estado de nuestros pies y nos aconsejarán de forma personalizada.

Cinco cosas que debemos evitar:

  • Usar calzado que no sea impermeable o cuya suela no sea antideslizante. Estas dos cuestiones son las que más debemos tener en cuenta a la hora de seleccionar nuestro calzado diario en estas fechas del año, pues conllevan ciertos peligros, como pillarnos un buen resfriado o sufrir un resbalón. Además, en el caso de usar zapatos con algo de tacón, debemos evitar que superen los 7 centímetros, e intentar que sean lo más anchos posible.
  • Cambiar bruscamente de temperatura: Aunque lleguemos de la calle con los pies muy fríos, no debemos acercarlos a fuertes fuentes de calor directo antes de que se hayan regulado por sí mismos, pues intensifica la posibilidad de aparición de sabañones y otras anomalías de la piel.
  • Estar mucho tiempo con los pies inmovilizados: pues puede afectar de diversas formas negativas a nuestro cuerpo. En el caso de que sea inevitable, debemos intentar activar nuestra circulación masajeándolos periódicamente.
  • Consumir ciertos productos: Existen productos cuyo consumo nos afecta negativamente. Por ejemplo, el alcohol contribuye a la deshidratación de nuestra epidermis, el tabaco dificulta nuestra circulación, la cafeína comprime nuestros vasos sanguíneos, o el marisco aumenta nuestro ácido úrico. Todas estas cuestiones afectan directa y negativamente a nuestros pies, por lo que, lo principal es evitar los excesos.
  • Ejercer malas prácticas deportivas: Hay que prestar especial atención a la forma de realizar los ejercicios que practicamos, pues el frío puede aumentar la facilidad de lesionarse o sufrir ciertas alteraciones biomecánicas.

No proteger correctamente nuestros pues puede provocar daños a nivel de salud general en todas las personas,  pero más especialmente en ciertos colectivos de la población, como personas mayores, niños, practicantes de deporte o diabéticos. Por ello, dichos colectivos deberán extremar las precauciones por ser los más vulnerables a posibles problemas en la salud de los pies y otras partes del cuerpo.

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