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EL ENTRENAMIENTO DEL PIE (FOOT CORE):

Rebeca
Patrick McKeon y colaboradores de cuatro universidades de Estados Unidos expusieron su teoría en un artículo en la revista British Journal of Sports Medicine.  En el artículo, los autores establecen paralelismos entre los músculos del abdomen y la columna vertebral y la musculatura intrínseca del pie. Hoy en día se habla del “The Foot Core” (Entrenamiento del CORE del pie), y se hace una analogía al entrenamiento del “CORE” del tronco: trabajo de estabilizadores locales, globales y sistema neural, con el objetivo de lograr la estabilidad necesaria y movilidad para cualquier movimiento y deporte. En el caso del pie, ¡¡es exactamente lo mismo!!    La biomecánica del pie tiene que alternar entre la rigidez y la flexibilidad durante la marcha y de ello se encargan entre otras estructuras la musculatura intrínseca del pie. Estudios realizados por otras Universidades también han demostrado que la fatiga de la musculatura del pie hace que el arco se colapse y favorezca la aparición de lesiones. Aunque nunca lo hayas escuchado, el pie si debería entrenarse, para conseguir un mejor rendimiento y calidad del movimiento. Imagina la rigidez que se genera entre las articulaciones del pie cuando todo el día usas un calzado cerrado o el uso de bota de seguridad. ¿Cuánto logra moverse el dedo gordo dentro de un zapato, siendo que es la primera articulación la que debe ser móvil para que la marcha y carrera sean eficientes? ¿Sabías que la planta del pie tuvo una evolución desde el Austrulopitecus para que nosotros pudiéramos caminar y correr? ¿Qué sucede cuando el pie no recibe información desde el exterior, desarrollando la percepción de distintas texturas, sensaciones, movimientos e impulsos? (pensando en que la planta del pie es uno de los tejidos del cuerpo que más receptores sensoriales tiene) ¿Cómo deberíamos trabajar la musculatura del pie para lograr un mejor rendimiento en nuestros movimientos? El pie tiene 26 huesos,  33 articulaciones y más de 100 músculos, tendones y ligamentos, pasando a ser una de las estructuras más complejas del cuerpo, pero a pesar de ello, no se le da la importancia necesaria. Las funciones del pie durante la bipedestación es proveer la base de soporte y durante el medio apoyo debe ser adaptarse móvilmente y atenuar las cargas. Ahora, todo esto puede hacerlo siempre cuando la musculatura intrínseca del  pie y fascia plantar, articulación del dedo gordo del pie, ligamentos y sistema nervioso estén entrenados correctamente.   Si comprendemos la importancia del pie en las cadenas de movimiento y llevamos la anatomía a la funcionalidad, nos daremos cuenta que al estar activado el core del pie, el arco plantar será el correcto, la movilidad de los dedos también y con ello, la fase de propulsión para la carrera y marcha, amortiguación y adaptación a las cargas. Estudios demuestran que con el entrenamiento del core del pie, se reduce el colapso del arco plantar, aumentando el balance estático, la estabilidad dinámica, la fuerza del flexor dedo gordo del pie (¡clave para la carrera!) y se observan mejorías en la inestabilidad crónica de tobillo. Ahora, ¿cómo se debe trabajar? Se recomiendan ejercicios específicos para la musculatura intrínseca del pie, caminar, trotar y entrenar descalzo, separar los dedos del pie, realizar movimientos de disociación (como una ola) entre los dedos y trabajar la propiocepción.

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