Los niños y el calzado heredado: ¿sí o no?
Cuando se tienen hermanos mayores o familiares como primos de rangos de edades similares, es habitual que el niño herede calzado de ellos. Pero, esta sencilla costumbre, a primera vista inocente, ¿es aconsejable?.
La respuesta es: no. Dado que no existen dos pies iguales ni dos formas de pisar iguales, obviamente un zapato heredado va a estar desgastado y deformado por ciertas zonas de la suela y otras partes, al haber estado previamente utilizado por otro niño o niña.
Es por ello que heredar un calzado puede tener consecuencias negativas en el desarrollo del pie y de la forma de caminar del niño que recibe esos zapatos. Durante la época de desarrollo del niño, el pie está creciendo y evolucionando por lo que llevar un calzado heredado no va a favorecerle en nada. Aunque esto es importante fundamentalmente en niños, en el caso de los adultos tampoco sería aconsejable utilizar zapatos heredados.
En definitiva, un calzado heredado puede ocasionar diversos problemas en el niño y repercutir negativamente en su desarrollo. Algunos de los problemas pueden ser sufrir molestias o rozaduras, restringir el movimiento de los dedos del pie, sentir desequilibrio a la hora de caminar, alteraciones en su forma de pisar y caminar e incluso aumentar las posibilidades de que sufra de pie plano.
Como veis y hemos repetido en varias ocasiones en este blog, el uso de un buen calzado es muy importante para evitarnos problemas de salud a futuros.