¿Sueles tener los pies fríos?
Con las bajas temperaturas que estamos viviendo como suele ser habitual en esta época del año, es normal que tengas los pies fríos pero, ¿hasta que punto debes preocuparte por ello?.
Vamos a detectar las causas que pueden hacer que tus pies estén fríos. Lo primero, escasa movilidad. Si estás parado mucho tiempo, va a haber menor circulación sanguínea y con ello una disminución del calor.
Por otra parte, si tienes problemas de circulación es probable que sientas tus extremidades frías. Un problema neurológico también podría estar causando ese enfriamiento de los pies. Una sudoración excesiva, acompañada de una mala evaporación, también podría provocar una bajada de la temperatura de nuestros pies durante los meses más fríos.
Pero sin duda, no tienes por qué tener un problema mayor de salud para tener los pies fríos continuamente. A veces, es solo el resultado de llevar un calzado y/o calcetines inadecuados. Debemos adaptarlos a las temperaturas de la época invernal, escogiendo zapatos y materiales apropiados para ellas. La suela de los zapatos debe contar con un buen grosor para evitar que el frío del suelo la atraviese, además de ser antideslizante para evitar resbalones con la lluvia o nieve.
Por lo tanto, utiliza un buen calzado así como unos calcetines gorditos de lana o algodón. Si tienes mala circulación, realiza masajes en esta zona para activarla y sobre todo ¡mueve tus pies! De ese modo estarás activando la musculatura para conseguir una mayor circulación sanguínea y con ello, mayor calor para tus extremidades.
En invierno, como ves es frecuente que tengamos los pies fríos y con unos sencillos consejos podemos mantener a raya el problema. La cuestión es detectar si ese frío se debe a la época invernal y es algo pasajero o si en el fondo es debido a un problema de salud de tipo circulatorio o neurológico en los pies. Ante la duda, y si a pesar de tomar precauciones el problema persiste, siempre consulta con un especialista.