¿Qué tipos de pie existen?
¿Sabías que no existen dos pies iguales en todo el mundo? Pero, podemos catalogarlos en diferentes tipos de pie según diferentes criterios: según la forma de caminar, la manera de apoyar el pie, la longitud de los metatarsianos o la forma del arco plantar.
¿Cuál crees que tienes tú? ¿podría afectarte a la hora de desempeñar ciertas actividades como correr? ¡Vamos a verlo!
Según su anatomía, encontraremos distintos tipos de pie:
- Pie cavo: el arco plantar tiene demasiada curvatura.
- Pie valgo: el talón presenta una desviación lateral hacia la parte interna del pie.
- Pies planos: el pie no presenta altura en la bóveda plantar.
Además, según la forma de pisar podemos presentar un tipo de pie u otro.
- Pie neutro: En este caso se golpea el suelo con el talón, entonces mientras ruedas hacia los dedos de los pies, el arco ligeramente colapsa hacia adentro absorbiendo el impacto.
- Pie pronador: Es el caso más habitual. Las personas que presentan este tipo de pie suelen tener los tobillos en contacto directo con el suelo y juntan sus rodillas formando especie de cruz. Al apoyar prácticamente todo el pie, la huella se marca de forma casi completa y sin dejar ningún hueco en su superficie.
- Pie supinador: No es habitual encontrar este tipo de pie, es el menos habitual. Se trata de aquellos que no apoyan los pies en el suelo de forma completa, sino que tienden a apoyarlo sobre la zona externa del pie. En este caso, sus rodillas tienden a estar arqueadas con un hueco en medio y sus tobillos no se juntan al estar de pie, lo que provoca que esta articulación reciba la mayor parte del impacto.
Además, según el tipo y forma de los dedos de los pies podremos catalogarlos como pie cuadrado, griego o egipcio. Pero eso lo dejamos para otro día, para generaros curiosidad 😉