¿Quieres dormir bien en verano? ¡Saca los pies!

¿Quieres dormir bien en verano? ¡Saca los pies!

Hay muchas formas de dormir, y sea cual sea la tuya lo que está claro es que todos queremos lo mismo: tener un sueño reparador. ¿Y adivinas qué? Prestarle atención a tus pies es muy importante si deseas dormir bien.

Cubrir o no tus pies puede hacer que descanses mejor y que concilies el sueño más rápido. Investigaciones científicas han determinado que que mantener los pies libres de materiales textiles puede ser algo determinante a la hora de dormir bien y mantener una buena salud general. Osea que nada de calcetines, y es preferible sacar los pies de las sábanas o edredón.

¿Y esto por qué? El motivo gira en torno a la temperatura del cuerpo, la cual tiende a descender mientras dormimos. Si tenemos las extremidades inferiores a cubierto, impediremos que el organismo descienda esos grados que necesita para obtener un correcto descanso.

En invierno obviamente puede ser que nos resulte un tanto desagradable sacar los pies fuera del gustoso edredón, pero lo que sí debemos hacer es no utilizar calcetines mientras dormimos y no colocar mantas adicionales en la zona de los pies. Durante el verano es algo perfecto el sacar los pies y dejarlos al aire, nos va a ayudar a conciliar el sueño mejor.

¡Que descanséis! 😉

A la playa sin quemaduras en los pies

Durante estos meses de verano la crema de protección solar es nuestra compañera en las salidas a la playa o a la piscina pero, ¿la aplicamos dándole la misma importancia a todas las partes de nuestro cuerpo? Por desgracia la respuesta es no, y es que resulta que los pies son los grandes olvidados en el momento de aplicar la crema solar.

Pensamos que no se nos van a quemar, que es más importante darnos crema en los brazos, la cara… pero es un error. Los pies son también una zona sensible e igualmente susceptible de ser quemada por el sol.

¿Cuáles son los síntomas que van a indicar que ya estamos padeciendo una quemadura solar en los pies?. Una sensación de quemazón, enrojecimiento de la zona, sentir la piel caliente al tacto, hinchazón y en los casos más graves incluso aparición de ampollas.

Una vez la quemadura ha sucedido ya de poco nos va a servir lamentarnos de no habernos aplicado la protección solar. Pero podemos intentar hacer más llevadera la quemadura, que en esta zona del cuerpo, resulta además bastante molesta por su contacto con el calzado.

Lo primero sera hidratar bien los pies aplicando una crema o after-sun. Lo siguiente, lógicamente, evitar exponer los pies al sol de nuevo durante los siguientes días a la aparición de la quemadura.

Y sobretodo, no dejar que esto vuelva a suceder lo cual lograremos con un gesto tan sencillo como aplicar crema de protección solar también en los pies la próxima vez que vayamos a exponernos al sol. Hay que aplicarla a conciencia, ¡todas las zonas de la piel de los pies pueden quemarse!. Aplica la crema unos 30 minutos antes de la exposición al sol y utiliza una de calidad. Si acudes a la farmacia, te aconsejarán la más conveniente para ti en base al factor de protección que necesites.

¡Esperamos que piséis fuerte este verano en la playa, el río la piscina o donde sea que vayáis pero siempre con protección solar!

Mantén tus pies frescos en verano

Muy lejos quedan ya los días fríos en los que llevábamos botas y chaqueta. Ahora nuestra preocupación es vestir y calzar de forma que podamos realizar nuestra actividad diaria de la forma más fresquita posible sin notar ese molesto sudor en los pies.

Mantener los pies frescos en verano es importante, nos hará sentirnos mucho mejor y para ello podemos tener en cuenta una serie de consejos.

Lo primero de todo, y más lógico, es escoger un calzado de calidad con buenos materiales para el calor. El ante o polipiel aumentarán considerablemente el sudor en nuestros pies. Las chanclas, contra lo que muchos puedan pensar porque son un calzado que nos permite llevar el pie al aire, no son aconsejables para caminar por la débil sujección que ofrecen. Resérvalas sólo para la piscina o la playa, y si quieres llevar tus pies bien ventilados durante tus paseos diarios escoge unas buenas sandalias.

Puedes utilizar plantillas especiales. Existen plantillas diseñadas para mejorar la transpiración del pie, absorbiendo la humedad y además permitiendo controlar la sudoración y el olor de los pies.

Lávalos y sécalos bien. Dedicarle su tiempo al secado de los pies es importante, y un paso que mucha gente suele saltarse, haciéndolo por encima. Después de la ducha, asegurate de que tus pies quedan bien secos.

Si vas a utilizar calcetines, en verano escoge mejor los de algodón y si te gusta utilizar medias, que sean de fibra natural.

No te olvides de la hidratación de tus pies y tampoco de protegerlos del sol. Echarse crema en esta parte del cuerpo es algo que la gente a menudo olvida, ¡ y se queman y sufren igual!.

Esperamos que estos consejos os ayuden a pisar fuerte este verano 😉

El síndrome de las piernas inquietas

¿Sueles sentir habitualmente una necesidad irremediable de mover las piernas y los pies para calmar una sensación de malestar? Puedes estar padeciendo el síndrome de las piernas inquietas.

Acabamos de describirte los síntomas de este trastorno, así que si te sientes identificado con lo que te contamos, probablemente lo estés padeciendo. Suele suceder sobretodo en dos situaciones: por la noche antes de dormir, cuando nos tumbamos ya sea en la cama o en el sofá y nos relajamos tras una dura jornada, o bien después de haber estado mucho tiempo sentado. Ya sea tras un viaje largo en coche o en avión, o tras haber permanecido mucho tiempo sentados en la silla del trabajo.

Es entonces cuando notaremos los espasmos, esa sensación molesta que nos pide mover las piernas.

Aunque también puede haber otros motivos puntuales por los cuales padecer este síndrome como son: la falta de hierro, embarazo, factores genéticos o medicamentos que afectan al funcionamiento de la dopamina.

Sin embargo, no es algo grave. Tan solo con ponernos a caminar o tumbarnos en la cama podremos aliviarnos y dejar de sentir la desagradable sensación. Solo en los casos más graves llegará a provocar que durante la noche nos despertemos, alterando así nuestro sueño y provocando cansancio durante el día.

Las soluciones pasan por mover a menudo las piernas y pies, caminando unos minutos, lo que hará que nos sintamos mejor. O directamente echarnos a dormir. Escuchar música relajante o hacer respiraciones profundas.

Tenemos que tener en cuenta que el tabaco, el café y alcohol van a empeorar esta situación.

El especialista que ayudará a diagnosticar esta afección sera un neurólogo.

¿Qué tipos de pie existen?

¿Sabías que no existen dos pies iguales en todo el mundo? Pero, podemos catalogarlos en diferentes tipos de pie según diferentes criterios: según la forma de caminar, la manera de apoyar el pie, la longitud de los metatarsianos o la forma del arco plantar.

¿Cuál crees que tienes tú? ¿podría afectarte a la hora de desempeñar ciertas actividades como correr? ¡Vamos a verlo!

Según su anatomía, encontraremos distintos tipos de pie:

  • Pie cavo: el arco plantar tiene demasiada curvatura.
  • Pie valgo: el talón presenta una desviación lateral hacia la parte interna del pie.
  • Pies planos: el pie no presenta altura en la bóveda plantar.

Además, según la forma de pisar podemos presentar un tipo de pie u otro.

  • Pie neutro: En este caso se golpea el suelo con el talón, entonces mientras ruedas hacia los dedos de los pies, el arco ligeramente colapsa hacia adentro absorbiendo el impacto.
  • Pie pronador: Es el caso más habitual. Las personas que presentan este tipo de pie suelen tener los tobillos en contacto directo con el suelo y juntan sus rodillas formando especie de cruz. Al apoyar prácticamente todo el pie, la huella se marca de forma casi completa y sin dejar ningún hueco en su superficie.
  • Pie supinador: No es habitual encontrar este tipo de pie, es el menos habitual. Se trata de aquellos que no apoyan los pies en el suelo de forma completa, sino que tienden a apoyarlo sobre la zona externa del pie. En este caso, sus rodillas tienden a estar arqueadas con un hueco en medio y sus tobillos no se juntan al estar de pie, lo que provoca que esta articulación reciba la mayor parte del impacto.

Además, según el tipo y forma de los dedos de los pies podremos catalogarlos como pie cuadrado, griego o egipcio. Pero eso lo dejamos para otro día, para generaros curiosidad 😉

 

Consejos si vas a practicar running en verano

Hoy queremos compartir con vosotros una serie de recomendaciones que nos indican desde el Colexio Oficial de Podólogos de Galicia en caso de que vayamos a practicar running durante este verano.

Esta información ha sido publicada en su página oficial de facebook, y queremos compartirla con vosotros aquí:

Con la llegada del sol ?, cada vez son más las personas que deciden salir al exterior a practicar #running ?‍♀️?‍♂️, siempre recordando que en la situación actual marcada por el covid-19 es recomendable no situarse a menos de 4-5 metros por detrás (en la “estela”) de una persona que va caminando, ni a menos de 10 metros si va corriendo o paseando en bicicleta
? Pero para evitar lesiones, el COPOGA recomienda a los corredores:
?Cuida tu pisada. Es fundamental someterse a un estudio biomecánico para comprobar la idoneidad de la pisada
?La zapatilla adecuada. Es muy importante entrenar con la zapatilla adecuada en función del peso, kilómetros que se recorren y tipo de superficie
?No estrenar calzado antes de una prueba deportiva. Actualmente, también muchos aficionados al running se inscriben en pruebas deportivas como los maratones. Las zapatillas deben estrenarse con anterioridad para evitar roces o ampollas
?Calcetines técnicos. Estira bien los calcetines para evitar cualquier arruga que pueda hacer rozadura. Lo mejor es utilizar un calcetín con tejido técnico
?Crema antifricción. En algunos casos, la vaselina u otras cremas específicas antifricción pueden ser de gran ayuda para evitar rozaduras o ampollas al extenderla por todo el pie, en la planta, entre los dedos y en el empeine

Recomendaciones básicas para darles un buen verano a tus pies

El verano está a la vuelta de la esquina. ¡Fuera zapatos de lluvia, fuera calcetines! Damos la bienvenida con alegría a nuestras ansiadas sandalias, que nos ayudarán a combatir mejor las altas temperaturas de estos meses estivales. Pero cuidado, el uso prolongado de cierto tipo de calzado como chanclas o sandalias sin una buena sujección puede acabar afectando a nuestros pies o incluso a la espalda o las rodillas.

Además en verano es más que habitual caminar descalzos por piscinas y lugares al aire libre. Mucha precaución porque estos lugares son ideales para llevarnos de recuerdo a casa una infección por hongos o papiloma.

Por otra parte, las mujeres en general suelen cuidar más sus pies en la época veraniega lo cual se traduce en la mayoría de los casos con el esmaltado de las uñas de los pies. Hay que prestar atención a este gesto, pues si abusamos continuamente del esmalte, éste va a secar y debilitar las uñas. Con lo cual va a ser más fácil que atraigamos alguna enfermedad a ellas tal como la típica infección por hongos.

Como veis, estos podrían ser factores que se repiten cada verano y nos hemos ceñido a los más básicos: tipo de calzado, caminar descalzos por zonas comunes húmedas tales como piscinas o aplicar de modo abusivo pintauñas en las uñas de nuestros pies. Gestos típicos de la época estival.

Por lo tanto, ¿qué recomendamos? Soluciones muy fáciles y sencillas: utilizar un buen calzado y que sujete bien el pie, siempre llevar chanclas en las piscinas o duchas comunes, utilizar de forma moderada los esmaltes y…como siempre, antes cualquier problema visitar a tu podólogo.

¡Y a disfrutar del verano!

 

 

El confinamiento y su impacto en la actividad física

¿Qué tal estáis? Poco a poco vamos saliendo de la difícil situación generada por la crisis del Covid-19. Ya podemos salir a pasear, hacer deporte…y eso se traduce en felicidad para nuestros pies 🙂

Durante los meses de confinamiento, todos hemos padecido un notable descenso de nuestra actividad física, viéndose reducidos el número de pasos diarios realizados.

El no movernos tanto, sobre todo en el caso de las personas mayores, ha provocado uan reducción importante de la actividad de nuestros pies. Debemos prestar atención al cuidado de esta parte tan importante pero a veces olvidada de nuestro cuerpo. Además, con la llegada del verano seguro que queremos lucir unos pies bonitos y sanos en nuestro calzado veraniego.

Debemos lavar a diario nuestros pies y secarlos bien, es muy importante aunque parezca una nimiedad. Para evitar la aparición de grietas y durezas es recomendable aplicar una buena crema cada noche para mantener siempre su hidratación.

Si queremos descarga la zona de los pies y liberarlos del estrés, es muy recomendable caminar descalzo por casa. Al menos una vez al día. Anímate a hacerlo y de ese modo activarás la circulación y estimularás la musculatura de los pies.

Como ya podrás imaginarte, el deporte es un estupendo recurso para mantener la salud no solo de nuestros pies sino de todo el organismo. Así que ¡muévete! No hace falta que practiques un deporte de alto impacto, con dar un paseo diario de unos 40 minutos ya estarás haciendo mucho por tu salud. ¡Vamos, levántate del sofá y en marcha, el confinamiento ya pasó!

 

¿Cómo detectar si tengo una mala pisada?

Son muchas las personas, y de perfiles muy variados las que acuden al podólogo con algún tipo de dolor que no siempre tiene que ser en los pies. Puede sentirse en lugares como las caderas, la zona lumbar, las rodillas, el tobillo…

Pero a menudo, el origen de esas dolencias comienza en el pie. El dolor suele comenzar a sentirse en los pies, por lo que se puede afirmar que esas molestias son síntomas de una mala pisada. Lo fundamental va a ser detectar esa mala pisada a tiempo para evitar el dolor en nuestra vida diaria y/o realizando deporte.

Al realizar un mal gesto al caminar, los impactos van a terminar provocando que los tejidos se inflamen y duelan. Los síntomas que pueden darnos pistas de estar padeciendo una mala pisada son muy variados: sobrecarga en la zona de los tobillos, fascitis plantar, dolor de rodillas espalda o cadera, juanetes, metatarsalgia… incluso el desgaste del calzado en alguna zona concreta puede ser un indicador.

El primer paso para poner solución va a ser acudir al podólogo para que examine nuestro caso particular. Lo más probable es que te realize un estudio de la pisada para comprobar cómo pisas al caminar o de forma estática.

A partir del análisis del especialista en podología, se podrá determinar si tus dolores están siendo causados efectivamente por una mala pisada, en cuyo caso te recomendará empezar a usar unas plantillas personalizadas como tratamiento más inmediato y efectivo.

Y tú, ¿crees que estás pisando bien?

El pie zambo

El pie zambo, es una anomalía hereditaria que va a hacer que la posición de los pies al nacer esté torcida bien hacia dentro o hacia abajo. Suele ser más frecuente en niños, pudiendo presentarse solo en un pie o en ambos.

Hay diferentes grados de gravedad de pie zambo, dependiendo de la rigidez. Cuanto más rígido sea, más difícil va a ser tratarlo para que vuelva a su posición natural. Que un bebé nazca con uno o los dos pies zambos no quiere decir que padezca alguna otra enfermedad, es algo totalmente aislado.

Además, cuando el bebé nace, el hecho de tener el pie zambo no le va a ocasionar mayor trastorno, sera cuando empieze a andar cuando realmente aparezcan los problemas. Por ello, tratarlo a tiempo sera clave para que en la edad adulta camine correctamente, dentro de ciertas limitaciones que se pueden padecer.

Por lo tanto, lo mejor sera tratar el problema lo antes posible, nada más nacer. Antes se recurría casi siempre a la cirugía, pero actualmente esto se destina solamente a los casos más graves. Hoy en día, el tratamiento se realiza mediante el uso de férulas, escayolas y/o estiramientos realizados por un especialista. Todo esto ayudará a ir corrigiendo el problema.

En el caso de personas adultas, que ya han sufrido una cirugía del pie zambo, pero requieren más tratamientos, lo más recomendable sera realizar un estudio biomecánico de la pisada. Con los datos recogidos, el podólogo recomendará el tratamiento más adecuado, que habitualmente suele ser el uso de plantillas personalizadas.

Como solemos decir, ante un problema como este lo mejor es ponerse en manos de un especialista que podrá realizar una valoración y diagnóstico adecuados.