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Cómo tratar los talones agrietados

¡Ya estamos en otoño! Y con su llegada comenzamos a esconder nuestros pies también en calzado más cerrado. Puede que durante los meses de verano tus pies hayan quedado un poco descuidados y deshidratados y ahora te encuentres con que tienes los talones agrietados.

Este problema consiste en una alteración de la dermis que se produce cuando la piel de los pies está tan seca y dura que se empieza a desgarrar de forma perpendicular. A causa de la falta de hidratación y elasticidad en la piel, van apareciendo esas grietas que incluso pueden llegar a causar dolor y en casos extremos llegar a sangrar.

Podemos tener la piel seca en varias partes del cuerpo pero la piel del pie es la que más expuesta está a sufrir sequedad y además los talones son una de las partes que mayor presión soportan y por lo tanto mayor fricción.

La sequedad de la piel es la que va a producir que nuestros talones se agrieten así que debemos tener en cuenta diversos factores: deberemos evitar los baños con agua muy caliente, que van a favorecer su deshidratación y deben ser baños cortos.

Utilizaremos esponjas suaves y jabones neutros y además si vamos a la piscina o a la playa nos ducharemos después de bañarnos.

Deberíamos aplicar una crema hidratante en los pies para favorecer su hidratación.

La alimentación también juega un papel importante e influye en la salud de nuestros pies. Debemos beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día para mantener nuestro organismo hidratado y tomar bastante fruta.

Por supuesto el tabaco que es malo para nuestro organismo también lo es para la piel pues la reseca.

Si sufres de talones muy agrietados lo ideal sería acudir al podólogo para que determine el grado de sequedad o infección del pie y te recomiende el tratamiento adecuado. Junto a esto, utilizar un calzado adecuado y una crema hidratante serán otros factores clave.Tu propio podólogo puede recomendarte una buena crema para tratar la sequedad de tus pies.



La piedra pómez, tu aliada

Seguro que alguna vez has oído hablar de la famosa piedra pómez. Esta herramienta tan versátil puede servirnos para exfoliar y eliminar pieles muertas pero también para tratar callos y durezas de nuestros pies.

¿De dónde surge esta piedra? Pues bien, se origina en el magma volcánico, producida por un enfriamiento muy rápido cuando el magma se expulsa y entra en contacto con el aire. Así nace esta piedra conocida por su porosidad, ligereza y rugosidad. Gracias precisamente a esas propiedades es idónea para elimianr las durezas que se forman en los talones o en la planta de los pies.

Sin embargo es fundamental conocer cómo utilizarla adecuadamente. Antes de utilizarla hay que enjuagarla bien para que quede limpia. Lo mismo que nuestros pies, debemos lavarlos con agua y jabón. Lo ideal sería utilizarla en la ducha con la piel húmeda.

Para eliminar las durezas de los talones, realiza movimientos circulares con la piedra en ellos suavemente. Ojo, esta piedra no te servirá para exfoliar otras zonas del cuerpo pues la piel es más débil que la de los pies y podrías dañarla.

Tras el uso de la piedra pómez lo ideal es aplicarse una crema hidratante. Y por supuesto, limpiar la piedra una vez hayamos terminado de utilizarla para que esté en perfectas condiciones para el próximo uso. Lávala y déjala secar en un lugar sin humedad.

Debemos dejar claro que la piedra pómez no es ningún tratamiento ni solución definitiva a los callos y durezas sino que se trata de un complemento que puede ayudarnos con el problema.

Las plantillas para pies planos

Los pies planos son una patología que puede provocar ciertas dolencias si no se trata correctamente. Una de las soluciones más efectivas es el uso de plantillas.

Una persona que tiene los pies planos no posee curvatura en el arco plantar o es muy poco pronunciada. ¿Consecuencias? la zona de la fascia plantar recibe todo el impacto y el peso del cuerpo al caminar, correr o practicar cualquier deporte. Sin embargo podemos paliar esta dolencia si acudimos a tiempo a un podólogo. Él nos va a proponer seguramente el uso de unas plantillas especiales para pies planos.

¿Son aconsejables? Por supuesto que sí pues el paciente enseguida va a notar una gran mejoría en su calidad de vida ya que las plantillas van a mejorar su forma de caminar y le van a proporcionar ciertos beneficios: le ayudarán a apoyar el pie correctamente durante la marcha, le ofrecerán una mayor comodidad, van a permitirle descargar toda la tensión acumulada en la fascia plantar, equilibrarán su peso, van a amortiguar su pisada, reducirán el dolor de pies, caderas, rodillas o espalda pues mejoran su postura al caminar y además le van a prevenir posibles lesiones.

Debemos indicar que hay diferencias entre las plantillas para pies planos de adulto o de niño. Así que como veis lo mejor es acudir a un especialista que realize un correcto diagnóstico y nos indique las plantillas más adecuadas para nuestro caso.

¿Es importante escoger el calzado para conducir?

Puede ser que a diario necesites coger tu coche para desplazarte a tu lugar de trabajo. Puede que hagas un trayecto largo o más corto, o puede ser que sólo conduzcas durante el fin de semana en tu tiempo de ocio o para realizar alguna escapada. Sea cual sea el momento en el que te pongas al volante debes saber que es importante escoger bien el calzado con el que conducimos.

Un buen calzado para utilizar a la hora de conducir debe reunir una serie de requisitos. Lo primero, una buena sujeción. No debe oprimirnos el pie, pero tampoco debe dejar que esté suelto.

Debe ser flexible, como una segunda piel que se adapte a todos los movimientos que realizamos.

Los materiales tanto del zapato como del calcetín deben ser transpirables, para evitar el recalentamiento y que el pie pueda respirar.

Y por supuesto, debe ser un calzado cómodo.

Queda prohibido para conducir el calzado como las chanclas, tan típico en verano y que mucha gente utiliza al volante. Pero esto supone un riesgo en la conducción pues las chanclas son resbaladizas y no ofrecen ninguna sujeción, con lo que en plena marcha se nos puede escapar una de ellas provocando un incidente. Además, conducir con chanclas actualmente está multado con sanciones de hasta 200 €.

Lo mismo pasa con conducir descalzo, no está permitido conducir así, supone un riesgo para la conducción. Los zapatos de tacón tampoco son aconsejables pues cambian el punto de apoyo del pie haciendo la pisada poco precisa e inestable.

Las botas de montaña también suponen un calzado muy pesado a la hora de conducir que van a entorpecer nuestro contacto con los pedales.

¿La solución? Muy sencilla, lleva siempre en el coche un calzado de repuesto. Unas zapatillas viejas, que ya no uses pueden resolver el problema. Déjalas en el coche y póntelas para tus trayectos cada vez que salgas de casa con un calzado no apropiado para conducir como los anteriormene mencionados.

El sobrepeso afecta a tus pies

Las prisas del día a día, el estrés, la pereza…hacen que a menudo nos alimentemos mal y es por ello que mucha gente padece de sobrepeso y obesidad. Y la verdad es que esto afecta también a nuestros pies.

El peso corporal es directamente proporcional a la carga que soportan nuestros pies. Cada vez que el pie choca con el suelo, la fuerza del impacto se multiplica y llegamos a cargar en el pie de apoyomás de cuatro veces el peso de nuestro cuerpo.

Por lo tanto, el sobrepeso va a influir mucho en la aparición de los siguientes problemas: dolor en las plantas de los pies, fascitis plantar, espolón calcáneo, durezas, grietas en los talones, gota, etc.

El sobrepeso no va a provocar esos problemas pero sí va a influir mucho en ellos pues cuando aumentamos de peso los principales perjudicados son nuestros pies.

Lo mejor sera cuidar nuestra alimentación y nuestros hábitos para mantenernos en un peso correcto pero si ya padecemos de sobrepeso podemos intentar paliar los efectos negativos en los pies hidratándonos bien, llevando un calzado adecuado e incluso utilizando plantillas.